El camino del cambio

¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir? -Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar, dijo el Gato. No me importa mucho el sitio, respondió Alicia. Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes, le contestó el Gato. Lewis Carroll «Alicia en el país de las maravillas»

Cambiar implica tratar de forma distinta un problema o la forma de elaborar una solución . Este cambio es el objeto de coaching, de la psicoterapia y de otras  técnicas de lo que se ha dado en llamar de forma genérica “crecimiento personal”, algunas más folkloricas que científicas (y en ocasiones altamente efectivas).

Saber si se ha producido un cambio, es estratégico desde el punto de vista del diseño del proceso de cambio.

Bala Jaison, sin querer ser exhaustiva, señala como indicadores los siguientes:

¿El problema se ha resuelto o está apareciendo con menor frecuencia?

¿Los patrones de conducta problemáticos se han modificado a lo largo del proceso?

¿Tiene conductas más positivas y constructivas respecta  así mismo y respecto de los demás?

¿Se siente más positivo y satisfecho?

¿Tiene una sensación creciente de control?

¿Percibe como su cambio afecta a la relación con otras personas significativas para el/ella?

¿De que forma ven la vida de forma diferente tras haber incorporado estos cambios?

Como criterio para valorar un cambio está en poder responder de forma positiva a estas preguntas. Es importante tener un buen diagnostico inicial o situación de partida, lo que puede llevar varias sesiones, y saber donde queremos (donde necesita estar la persona que nos consulta) para poder valorar los cambios y por tanto la eficacia de la terapia/coaching.

Estas preguntas me han parecido un buen instrumento para trabajar el conocimiento de este proceso.

Ensoñación dirigida

Estoy practicando y depurando una técnica que, de momento he llamado «ensoñación dirigida». Intentaré buscar un nombre más creativo. O mejor, voy a esperar que surja por si mismo.

La idea la tome de de Serge Kahili King, que describe en su libro «Curación instantánea» un buen número de técnicas para la curación de lesiones físicas. La probé y la he ido adoptando a problemas y conflictos psicológicos. La técnica consiste en, tras una breve relajación, imaginar un camino que lleva a una casa. El camino esta bien imaginarlo con todo lujo de detalles, el tipo de suelo, arboles, imágenes, sonidos y sensaciones (olores, viento…), el objetivo es llegar a la casa.

En la casa está la explicación/solución de nuestro problema. A lo largo del camino dejamos que nuestro inconsciente vaya creando obstáculos que debemos superar. Al llegar a la casa, se recorre hasta sentir que hemos encontrado lo que buscamos.

Interesante técnica que se funde con las técnicas de la hipnosis Ericksoniana, en la idea de que la persona sea capaz de generar sus propias estrategias para alcanzar sus propias soluciones. Se sitúa en un planteamiento de autogestión y autodesarrollo. Cada uno se adapta de una forma a los desafíos vitales que se nos presentan en la vida cotidiana, haciéndonos responsables de nuestra propia vida. Me ha parecido interesante esta confluencia entre Erickson y el chamanismo hawaiano.

Después de alguna práctica con algunas personas estoy viendo que puede ser una técnica muy poderosa. Es importante el trabajo simbólico que se desarrolla en esa búsqueda inconsciente.

Puede ser un trabajo individual. De momento, en la práctica que realizo lo hago con un guía. Puede ser un trabajo complementario de una sesión de Focusing.

Los tres cerebros.

Continuo con esta entrada la serie iniciada con la llamada «Neurofisiología de las emociones». Entre todas, a modo de apuntes, van a proporcionar algunas de las claves sobre nuestro cerebro y su funcionamiento.

El cerebro humano se compone, dicho de forma muy simplista, de tres cerebros o niveles superpuestos, fruto de la evolución, parece que han ido superponiéndose uno sobre otro.

Estos tres cerebros se encuentran en permanente comunicación entre ellos, pero conservan sin embargo una cierta independencia y controlan, además, cada uno algunas funciones concretas de nuestro cuerpo.

El cerebro más primitivo, el reptiliano, se encarga de los instintos básicos de la supervivencia (el deseo sexual, la búsqueda de comida y las respuestas agresivas tipo ‘pelea-o-huye’). Está continuamente en alerta, y es el que nos permite reaccionar rápidamente ante algo que puede resultar una amenaza (un coche que se acerca y nos va a pillar) o que él detecta como una amenaza (un jefe que no nos cae bien)

Sobre ese primer cerebro la evolución ha ido construyendo un segundo nivel, un segundo cerebro, el denominado límbico, que vimos con cierto detalle en la entrada anterior. Este cerebro se denomina también Cerebro Emocional. Aquí están los centros de la afectividad y es el que nos permite sentir y experimentar las emociones (tanto las positivas: alegría, gozar de la naturaleza, etc., como las negativas: temor, ansiedad, etc.). En este cerebro está también la Memoria, que nos permite acumular información de las experiencias.

La fuerza de la ilusión

Este post se titula como el libro de Fernando Botella y Jorge Blass, publicado recientemente en la Colección Alienta . Este libro es una invitación

a adentrarse en el mundo de la ilusión y del ilusionismo empresarial, está lleno de reflexiones, sorpresas y emociones.

A lo largo del libro te enseñan diez principios mágicos que te ayudarán a alcanzar el

éxito de una forma especial, tanto en tu profesión como en tu vida.

El libro es delicioso, y está lleno de ejemplos prácticos y juegos de magia. Está escrito por Jorge Blass, ilusionista, y Fernando Botella, formador, consultor, profesor, coach y conferenciante. No os perdáis su blog.

He conocido la actividad y obra de Fernando, aún no tengo el placer de conocerlo en persona,  a través de Teresa Falls, a quién conocí con unos amigos en una cafetería de la Gran Vía, en una sobremesa interminable, espontanea y divertida. En otra entrada os hablo de su blog.

Evito la tentación de hacer un resumen y os animo a leer el libro.

Más poder para ti

Cedo la palabra a Nelson Mandela, en el discurso inagural como Presidente de la República Sudafricana:

«Nuestro miedo más profundo no es creer que somos inadecuados.
Nuestro miedo más profundo es saber que somos poderosos más allá de la mesura. Es nuestra Luz y no nuestra oscuridad lo que más nos asusta.

Nos preguntamos ¿Quién soy yo para sentirme brillante, atractivo, talentoso, fabuloso?

Pero en realidad ¿Quién soy yo para no serlo?
Yo soy un hijo de Dios.

El juego de ser o parecer insignificamte no te sirve ni le sirve al mundo.

No hay nada de iluminación en hacerte pasar por menos, con el fin de que otras personas no se sientas inseguras.
Todos podemos brillar tal y como lo hacen los niños.

Todos nacimos para manifestar la Gloria de Dios que está en nuestro interior.
Esta Gloria no está dentro de unos cuantos,
sino que está dentro de todos nosotros.

Y cuando permitimos que nuestra Luz brille,
también le estamos dando la oportunidad a otras personas para hacer lo mismo.

A medida que nos vamos liberando de nuestros miedos,
nuestra presencia libera a otros automáticamente.»

¿Qué es la verdad?

No se puede enseñar la verdad…

La paradoja de las paradojas

es que lo contrario de la verdad

es igualmente cierto.

H. Hesse, Siddharta

Los sueños son para hacerse realidad

«Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar… decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas, decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución, decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis, decidí ver cada noche como un misterio a resolver, decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Instituto de la felicidad

Disfrutar de la vida, gozar cada pequeño momento y sentirse bien con uno mismo, son algunos de los ingredientes de la felicidad. El primer Instituto de la Felicidad del mundo, iniciativa de Coca-Cola para la investigación y difusión de conocimientos sobre la felicidad, se ha creado en España.

En este Instituto, expertos que no necesitan gran presentación, Eduardo Punset, Alejandra Vallejo-Nágera, Javier Urra, Carmelo Vázquez, Bernabé Tierno y José Antonio Flórez, configuran un equipo que seguro que va a generar debate, ideas y resultados.

Como uno de sus primeros trabajos, el Instituto ha elaborado una investigación en España, con el fin de descubrir el secreto de la felicidad. En su página web se pueden explorar las principales conclusiones del estudio, organizadas por temas: Sentirse bien , Edad  , Familia y amigos , Gastronomía , Ocio , Amor y sexo , Dinero , Trabajo.

El amor y la locura

Cuentan que una vez se reunieron todos los sentimientos y cualidades del hombre en un lugar de la tierra. Cuando el Aburrimiento ya había bostezado por tercera vez, la Locura, como siempre tan loca, les propuso:

– ¿Jugamos al escondite?

La Intriga levantó la ceja y la Curiosidad, sin poder contenerse, preguntó:

– ¿Al escondite? ¿Y cómo es eso?

– Es un juego -explicó la Locura– en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden.

Cuando yo haya terminado de contar, el primero que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.

El Entusiasmo bailó secundado por la Euforia. La Alegría dio tantos saltos que terminó por convencer a la Apatía, a la que nunca le interesaba nada. La Soberbia opinó que era un juego muy tonto (en el fondo, lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y la Cobardía prefirió no arriesgarse.

– Uno… dos… tres… cuatro…, empezó a contar la Locura.

El experimento de la carcel de Stanford

Se trata de un conocido estudio psicológico acerca de la influencia de un ambiente extremo (vida en prisión) en las conductas desarrolladas por las personas, dependiente de los roles sociales que desarrollaban (cautivo, guardia). Fue llevado a cabo en 1971 por un equipo de investigadores liderado por Philip Zimbardo de la Universidad de Stanford. Al cabo de pocos días, los guardas se volvieron sádicos y los reclusos depresivos, mostrando síntomas de estrés agudo. Un ejemplo, algo brutal, de los efectos del efecto pigmalión y el poder de las expectativas del que hablaba en el post anterior.

Se reclutaron voluntarios que desempeñarían los roles de guardias y prisioneros en una prisión ficticia. Sin embargo, el experimento se les fue pronto de las manos y se canceló en la primera semana. El experimento es una película alemana basada en este estudio.

En este enlace la web del experimento mantenida por el propio P. Zimbardo. Entrevista de Eduardo Punset (en video) a P. Zimbardo.